28.06.22
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“Los confinamientos aumentan el riesgo de tortura y malos tratos”

¿Por qué es importante para las personas encarceladas mantener un vínculo con el mundo exterior?

Hay muchos motivos por los que las personas encarceladas deberían mantener vínculos saludables con el mundo exterior. En muchos lugares de privación de libertad, especialmente los que cuentan con pocos recursos, las visitas son la única forma que tienen los presos de acceder al apoyo físico y material que necesitan. Las familias pueden llevarles comida, artículos de aseo o medicamentos esenciales que estas cárceles no proporcionan.

Las visitas de familiares, abogados y ONG también permiten que se preste a los presos servicios legales y paralegales cuando los necesiten, ayudan a disuadir al personal penitenciario de vulnerar los derechos de las personas privadas de libertad y reducen el riesgo de tortura (tanto física como psicológica). Los lazos con el mundo exterior promueven la rehabilitación y contribuyen a una reintegración efectiva de los presos en las comunidades después de su puesta en libertad. Desde luego, las visitas familiares también suponen un apoyo emocional para las personas encarceladas y para las familias.


¿Cómo pueden las medidas vinculadas al confinamiento incrementar el riesgo de tortura y malos tratos?


Los confinamientos aumentan el riesgo de tortura y malos tratos, ya que ocultan las operaciones penitenciarias a los organismos de supervisión. Asimismo, retrasan los juicios e incrementan la cifra de presos sin condena porque los tribunales cierran durante los periodos de confinamiento, y esto a su vez satura las cárceles. Por último, las medidas vinculadas al confinamiento impiden que las personas privadas de libertad puedan tener acceso al apoyo emocional y material que proporcionan sus familias y los hacen más vulnerables a sufrir tortura.



¿Cómo se puede mitigar el riesgo de contagio de la Covid-19 manteniendo las puertas de las cárceles abiertas para visitantes y abogados?


Se puede mitigar el riesgo de contagio de la Covid-19 desinfectando minuciosa y sistemáticamente todo lo que entra y sale de las cárceles. Los presos deben estar concienciados sobre la prevención y la gestión de la Covid-19. La formación y la capacitación en los centros penitenciarios pueden garantizar que el personal sanitario de las cárceles tenga el enfoque y los medios adecuados para hacer frente al virus.

Las autoridades penitenciarias deben adoptar y aplicar protocolos y medidas que propicien las condiciones necesarias para las visitas presenciales. Entre estas medidas están la vacunación de las personas privadas de libertad, la realización de pruebas de Covid-19 gratuitas para los visitantes, las instalaciones adecuadas para garantizar la privacidad y la intimidad, y la disponibilidad de equipos de protección individual suficientes.

La Dra. Uju Agomoh es fundadora y directora de Prisoners Rehabiliation and Welfare Action (PRAWA), Nigeria.