Colombia: Urge garantizar la defensa de la vida en el Norte del Cauca

El Norte del Departamento del Cauca continúa siendo uno de los territorios más afectados por la violencia del conflicto armado interno, que ha derivado en una grave crisis humanitaria y de derechos humanos, incluyendo asesinatos a guardias indígenas, líderes, lideresas, comuneros y comuneras, personas defensoras de derechos humanos y sabedores ancestrales, además de ataques armados contra la población, desplazamiento forzado y uso y reclutamiento de menores. A su vez, el aumento del control territorial por parte de estos actores armados se expresa en un control diferencial sobre los cuerpos y la vida cotidiana de las mujeres de las comunidades, quienes se encuentran expuestas de manera permanente a sufrir violencia sexual y otras formas de violencias basadas en género; y quienes se ven somentidas a confinamiento y a perder el derecho a habitar y transitar con libertad sus territorios

El Sistema de Información de Agresión contra Personas Defensoras de Derechos Humanos (SIADDHH), del programa Somos Defensores, ha registrado al menos 949 agresiones contra el proceso organizativo indígena del Cauca entre 2016 y septiembre de 2024. A su vez, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU reportó, hasta abril de 2025, el asesinato de al menos 18 autoridades indígenas, incluidos guardias y autoridades ancestrales, ocurridos entre 2024 y 2025, y atribuidos presuntamente a grupos armados no estatales. El informe desarmonías 2025 de la ACIN reporta, a pesar del subregistro, 151 casos reportados de reclutamiento y utilización de menores en la guerra para este año en el Norte del Cauca.

El caso más reciente reportado por la ACIN, fue el secuestro de dos niñas en Timba (Valle del Cauca) el 15 de octubre, implicando el posterior ataque armado a la misión humanitaria de autoridades ancestrales, Kiwe Thegnas y de su madre, por parte del frente Jaime Martínez durante su rescate. Además, el 2 de noviembre, miembros de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden UNDMO, incineraron ranchos, cultivos y herramientas y agredieron mujeres, niños y hombres de la comunidad Nasa en la hacienda Japio. Por su parte, el Informe anual 2024 del Observatorio de derechos humanos y violencias contra las mujeres indígenas del Norte del Cauca del Tejido Mujer de la Çxhab Wala Kiwe - ACIN, registró en solo ese año 174 casos de desarmormonías contra las mujeres, las cuales se relacionan principalmente con violencia sexual, violencia física, violencia psicológica, violencia patrimonial y violencia económica; en 74 de estos casos los agresores han sido actores del conflicto armado. Así como 23 agresiones durante 2024, contra mujeres defensoras y lideresas de las comunidades, entre ellos 2 homicidios.

En medio de este contexto, esta iniciativa de construcción territorial de paz, diseñada desde el territorio y el liderazgo indígena, se presenta como una respuesta integral para enfrentar el escenario de violencia agudizado que vive la población. El PEDV, propone establecer diálogos directos con actores armados y otros actores sociales, con el fin de buscar soluciones estructurales a las causas que sostienen el conflicto y fortalecer la protección colectiva de las comunidades.

Las organizaciones firmantes celebramos que esta propuesta haya sido presentada formalmente en el marco de una misión internacional humanitaria celebrada en Toribio, Cauca, a mediados del mes de agosto de 2025 y que contó con la participación de representantes de delegaciones diplomáticas europeas. Desde entonces, los esfuerzos en el territorio se han concentrado en diferentes diálogos con representantes del gobierno nacional, para que respalden esta iniciativa de paz, promulgando una resolución que reconozca la capacidad de las organizaciones CRIC, ACIN y Proyecto Nasa para llevar a cabo estos procesos de negociación, en su calidad de sujetos políticos y colectivos étnicos.

A pesar de estos enormes esfuerzos por parte del liderazgo indígena, la violencia en el territorio continúa, por lo que hacemos un llamado al Estado Colombiano a:

1. Respaldar el Plan Estratégico para la Defensa de la Vida en el Norte del Cauca, reconociendo la capacidad de las organizaciones CRIC, ACIN y Proyecto Nasa para llevar a cabo los procesos de diálogo y negociación;

2. Garantizar el apoyo político, institucional y jurídico a esta iniciativa liderada por autoridades indígenas, reconociendo a las organizaciones CRIC, ACIN, y Proyecto Nasa como actores colectivos legítimos para entablar estos diálogos de paz.

3. Adoptar medidas urgentes y efectivas para proteger la vida e integridad física y psicológica de la población en el Norte del Cauca, especialmente de sus liderazgos indígenas, quienes siguen siendo objeto de ataques y asesinatos por parte de grupos armados no estatales.

Reiteramos nuestra disposición a acompañar los esfuerzos de paz territorial y a monitorear la situación de derechos humanos y la crisis humanitaria en el Norte del Cauca. La protección de las comunidades indígenas es una obligación del Estado colombiano, por lo que urge garantizar su protección en estas labores y adoptar medidas efectivas que prevengan nuevos hechos de violencia.

Organizaciones firmantes:

1. Broederlijk Delen

2. Col.lectiu Maloka

3. CooperAcció

4. Corporación de Apoyo a Comunidades Populares (CODACOP)

5. Diakonia

6. Espacio de Cooperación para la Paz

7. Foro de Mujeres y Desarrollo-Fokus

8. Human Conet

9. Terre des Hommes-Suisse

10. Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT)

11. Pensamiento y Acción Social (PAS)