Colombia
15.05.18
Intervenciones urgentes

No hay paz para las personas defensoras de derechos humanos y no habrá paz sin ellas

Ginebra-París-Buenaventura, 15 de mayo de 2018 - La defensa de derechoshumanos sigue siendo una actividad de alto riesgo situando a Colombia como elpaís con el mayor número de asesinatos de personas defensoras en el mundo. En2017, entre 106 y 126 personas defensoras perdieron la vida ante la incapacidaddel Estado para protegerlas. Fue lo que denunció el informedel Observatorio (OMCT-FIDH) presentadohoy en Buenaventura, uno de los lugares emblemáticos de los riesgos queenfrentan quienes defienden los derechos humanos.

En un contexto dereducción histórica del número de homicidios en el contexto del proceso de paz,resulta muy preocupante el aumento alarmante de los asesinatos de defensoras ydefensores de derechos humanos, situando a Colombia como el país con el mayornúmero de asesinatos de personas defensoras en el mundo.

Es un hecho que en Colombia no hay paz para las personas defensoras y es una realidadque en Colombia no habrá paz sin las personas defensoras, declaró Gerald Staberock, Secretario General de laOMCT. “Colombia está en una encrucijadahistórica ante la posibilidadde dejar atrás el conflicto interno y consolidar un Estado de Derecho en el quetodos los derechos humanos sean respetados sea una realidad, pero solo será posible si se establecen garantíaspara que las personas defensoras puedan desarrollar su labor.

El informe delObservatorio ha identificado cuatro causas principales querefuerzan la vulnerabilidad de las personas defensoras y que deben serabordadas con urgencia.

En primer lugar, nohabrá garantías para la defensa de derechos humanos en Colombia hasta que no sereconozca públicamente la persistencia de estructuras paramilitares y se tomentodas las medidas necesarias para asegurar su desmantelamiento puesto que sonla principal fuente de ataques contra personas defensoras.

En segundo lugar,la estigmatización y criminalización de quienes defienden derechos humanossigue siendo una realidad y el informe documenta como, solo en 2017, seprodujeron gravísimos ejemplos de estigmatización, a través de declaracionespúblicas y acciones, desde todos los poderes del Estado (ejecutivo,legislativo, judicial), así como desde la fuerza pública, que contribuyen a elevar aún más el riesgo de agresiones en elcontexto de elevadísimos niveles de violencia contra las personas defensoras enColombia.

En tercer lugar, apesar del tránsito hacia un escenario postconflicto, en Colombia siguepersistiendo un ambiente y unas políticas que estigmatizan y criminalizan elejercicio de la protesta social, y un uso excesivo de la fuerza por parte delos cuerpos de seguridad del Estado.

Finalmente, la mejor forma de prevenir los ataques contra personas defensoras es através de un sistema de justicia que funcione. Si bien hahabido avances en lo referido a la impunidad de los ataques en su contra, sobretodo por el aumento de la tasa de imputación por parte de la Fiscalía, elObservatorio resalta que el esclarecimiento de los casos solo se produce cuandohay una sentencia condenatoria, lo que dejaría el 94,5% de los asesinatosregistrados por la Fiscalía desde 2016 en la impunidad. Además, lasinvestigaciones no profundizan en la autoría intelectual y el móvil de losasesinatos ni atienden suficientemente otros ataques como las amenazas por loque los retos siguen siendo enormes.

“En mi visita a Colombia hace exactamente un año, constatamos que laimplementación del acuerdo de paz estaba lejos de ser una tarea fácil. Sinembargo, frente a los graves hechos denunciados en este informe, llamamos a queel apoyo de la comunidad internacional esté supeditado a la eficacia del Estadoa garantizar una adecuada administración de justicia para reducir la impunidadrampante frente a los asesinatos y agresiones contra los defensores ydefensoras en Colombia., declaró Dimitris Christopoulos, Presidente de la FIDH.

El Observatorio decidióllevar a cabo el lanzamiento de su informeen la ciudad de Buenaventura, donde un defensor de derechos humanos sufrióamenazas de muerte por parte de estructuras paramilitares únicamente por haberhablado con la delegación del Observatorio. Fue también el escenario del ParoCívico de 2017 y de su represión por parte de las autoridades colombianas. Apunto de cumplirse su primer aniversario, se vive un contexto particularmentecrítico para las personas defensoras de derechos humanos en Buenaventura, quese destaca como ejemplo paradigmático de todos los riesgos que enfrentan laspersonas defensoras en Colombia.

Si quieres conocer las distintasrealidades de las personas defensoras de derechos humanos en Colombia y sabermás acerca de los desafíos a los que se enfrentan visita www.sosdefensores.org

Podrás ver que al principio deeste informe hemos incluido gráficos, un breve documental y una serie de vídeossobre los distintos perfiles de personas defensoras en Colombia para que puedasver de primera mano a lo que deben hacer frente. Por favor no dudes encompartir este contenido a través de tus redes sociales.

El Observatorio para la Protección de los Defensores deDerechos Humanos (el Observatorio) es un programa creado en 1997 por laOrganización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y la FIDH y tiene por objetivointervenir para prevenir o remediar situaciones concretas de represión contralos defensores y defensoras de los derechos humanos. OMCT y FIDH son ambosmiembros de ProtectDefenders.eu, el Mecanismo de la UniónEuropea para Defensores de Derechos Humanos implementado por sociedad civilinternacional.