Informe anual 2021
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Niñas y niños

El año 2021 estuvo en gran medida marcado por las repercusiones de la pandemia de COVID‑19 para los menores privados de libertad. Las visitas familiares se limitaron o incluso prohibieron y las condiciones de privación de libertad se deterioraron enormemente. En Uruguay, por ejemplo, algunos menores pasaban entre 21 y 23 horas al día en sus celdas, se redujeron las medidas socioeducativas y aumentaron los casos de tortura física y de violencia. En Brasil, nuestro socio GAJOP denunció las condiciones inhumanas en las que estaban los menores privados de libertad en la ciudad de Recife. Las niñas y los niños dormían directamente en el suelo, sin colchones, en instalaciones infestadas de ratas, y sin atención médica suficiente a su disposición.

Gracias a las décadas de trabajo para la reducción la tortura y otros malos tratos contra menores detenidos, publicamos una guía global que describe buenas prácticas para proteger a las niñas y los niños privados de libertad. Esta herramienta práctica se basa en tres consultas regionales a nuestros miembros y socios en las que compartieron iniciativas que ayudaron a reducir la tortura contra los menores. Asimismo, en el Congreso Mundial sobre Justicia Juvenil de noviembre y en nuestra Asamblea General de marzo, abordamos los problemas a los que se enfrentan los niños y las niñas privados de libertad.

Era como estar en una nevera, estaba esposado. Pensé que iba a morir; aún tengo pesadillas.

38 menores asesinados por la policía en Filipinas

En Filipinas, gracias a las visitas periódicas a los centros de menores y a la asistencia jurídica, más de diez niños fueron puestos en libertad. Sin embargo, las detenciones y la privación de libertad continúan aumentando entre los menores, también por presuntos incumplimientos de las restricciones vinculadas a la pandemia. 38 menores fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Filipinas.

  • Incluso si la sociedad civil ha retomado las visitas de monitoreo en algunos países, en muchos otros, como Benin y Togo, se les sigue negando el acceso a los centros, algo muy preocupante, ya que esta política de puertas cerradas invisibiliza a los menores y los expone a sufrir tortura. En 2021, trabajamos junto con nuestros socios para que se permitiese de nuevo el acceso, por ejemplo en Benin, donde expresamos nuestra preocupación a los medios de comunicación.
  • En Togo, la incidencia con las autoridades facilitó la apertura de un nuevo centro de privación de libertad con infraestructuras adecuadas para niñas y niños que sustituyó el centro de menores de Lomé. Además, una formación de dos días para jueces, personal penitenciario, agentes de policía y abogados concienció sobre casos concretos de tortura y malos tratos contra menores que estaban en custodia policial. Esto se tradujo en una reducción significativa de los casos de tortura bajo custodia policial en Lomé.
  • También proporcionamos formación en materia de tortura y malos tratos a menores a los actores del ámbito de la privación de libertad y del sistema judicial juvenil. En la India, dos sesiones de formación en línea permitieron que más de 50 abogados reforzasen sus conocimientos sobre protección de menores frente a la tortura para poder ayudar y representar a las niñas y los niños privados de libertad en sus procesos judiciales.