Mensaje de nuestra presidenta

En este momento complejo de desafíos globales, con conflictos, crisis climática y un incremento de las violaciones de derechos humanos, resuena más que nunca la necesidad de unirnos para actuar.

El año 2023 nos trajo una serie de retos, desde la terrible situación del conflicto en Ucrania hasta el presunto genocidio en los Territorios Palestinos Ocupados, la reaparición del autoritarismo en Afganistán o la represión de las voces discrepantes en Bangladesh. La lacra de la excesiva violencia policial asoló Chad y muchos otros países, también en Latinoamérica, mientras que las personas migrantes y solicitantes de asilo en Túnez y Libia se enfrentaron a la discriminación sistémica y a graves violaciones de derechos humanos. En todo el mundo, las mujeres continuaron haciendo frente a elevados niveles de violencia sexual, y las niñas y los niños de muchos países sufrieron unas condiciones de privación de libertad que ningún menor debería tener que soportar.

Un frente unido para erradicar la tortura

En este momento de aumento de crisis y de discursos polarizados que pretenden distinguir entre víctimas en función de sus afiliaciones a unos u otros grupos, es más importante que nunca volver a los elementos esenciales de un orden basado en las normas que garantice la dignidad humana. Estos elementos esenciales se apuntalan en la prohibición absoluta de la tortura en todos los casos, sin justificación ni motivo que permita distinguir entre víctimas.

El imperativo de la erradicación de la tortura requiere un frente unido. La OMCT y su Red SOS-Tortura se mantienen firmes en su posición de catalizadores del cambio, fomentando sinergias entre socios que aportan experiencias y conocimientos únicos para defender la justicia.

En 2023, la OMCT alcanzó un hito significativo al liderar la labor de United Against Torture Consortium, consorcio que aúna a organizaciones socias como IRCT, FIACAT, APT, Omega Research Foundation y REDRESS. Esta coalición supone una magnífica alianza para reforzar el movimiento global antitortura.

Como muestra del aumento del alcance y el impacto de la OMCT, en 2023 recibimos a diez nuevos miembros en la Red SOS-Tortura. El crecimiento del movimiento pone de relieve la mayor atención que se presta a abordar desafíos locales en los distintos contextos geográficos, lo cual incrementa nuestra capacidad para lograr cambios a escala global. La inestimable presencia de 200 organizaciones de base en todo el mundo continúa constituyendo un punto central de nuestro compromiso.

Nuestra labor colectiva por la defensa de la dignidad humana no sería posible sin la excepcional dedicación de los miembros, los socios y la comunidad de donantes de la Red SOS-Tortura, que merecen nuestro más profundo agradecimiento.

Acciones coordinadas con resultados tangibles

Mantenemos inamovible nuestro compromiso conjunto de ser una altavoz para las voces de las personas defensoras de derechos humanos en todo el mundo, de buscar justicia para las víctimas de tortura y exigir que los responsables rindan cuentas. En 2023, nuestras acciones coordinadas, desde misiones de observación judicial hasta campañas de incidencia, tuvieron resultados tangibles y empoderaron a las personas y comunidades en su lucha por la justicia y la dignidad. Gracias a las campañas lideradas por la OMCT, en colaboración con organizaciones socias, 17 personas defensoras de derechos humanos fueron puestas en libertad y otras 69, en 20 países, recibieron asistencia material urgente.

En 2023, contribuimos a la creación de la Red de personas defensoras de derechos humanos afganas en el exilio, y SANAD, el programa de asistencia directa para víctimas de tortura en Túnez, que ese año celebró su décimo aniversario, alcanzó un hito importante en la búsqueda de reparación para supervivientes de tortura. Esto no hace más que recalcar nuestra entrega absoluta por ayudar a quienes están en primera línea en la lucha por la justicia.

Compasión, solidaridad y un inquebrantable compromiso con los derechos humanos

Es evidente, al reflexionar sobre los retos que tenemos por delante, que ninguna organización puede funcionar sola. Solo si trabajamos codo con codo podremos hacer frente a las complejidades de un mundo turbulento y poner rumbo a un futuro anclado en los principios de la dignidad humana y la justicia.

Los desafíos pueden ser desalentadores, pero nuestra determinación es firme. Con cada paso, avanzamos hacia un mundo en el que el espectro de la tortura no será más que un recuerdo lejano: un mundo fundamentado en la compasión, la solidaridad y el inquebrantable compromiso de trabajar conjuntamente como movimiento para defender los derechos humanos en todo el mundo.

Hina Jilani
Presidenta de la OMCT