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Hay todavía muchas deficiencias en la protección de la dignidad humana, pese la mejora del cumplimiento de la Convención contra la Tortura tanto en las políticas como en la legislación. Se denuncian casos de uso excesivo de la fuerza y otros abusos policiales, en particular contra personas pertenecientes a determinados grupos raciales y étnicos. A pesar de las medidas adoptadas para reducir el hacinamiento en las prisiones, los índice de ocupación siguen siendo altos en algunos lugares de detención, donde dan lugar a malas condiciones de reclusión La normativa sobre la reclusión en régimen de aislamiento, que puede ser de hasta 30 días en el caso de varios delitos graves, no se ajusta a las normas internacionales de derechos humanos. Hay también denuncias de detención excesiva de solicitantes de asilo, por medios como dictar órdenes de detención por motivos de inmigración sin una evaluación individualizada o sin tener en cuenta medidas alternativas.