08.12.23
Comunicados de prensa

Prohibida universalmente, aún practicada ampliamente: es hora de unirnos contra la tortura

8 de diciembre de 2023 — Con motivo del 75.º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), el 10 de diciembre, el Consorcio Unidos Contra la Tortura insta a la comunidad internacional a unir esfuerzos una vez más para lograr un mundo en el que todas las personas disfruten del derecho fundamental de estar libre de la tortura.

Desde la adopción de la Declaración, el mundo ha avanzado mucho para convertir la tortura en un delito. Existe un reconocimiento internacional de la prohibición absoluta de la tortura y los sistemas de protección se han vuelto más sólidos, incluida la prohibición de retornar a las personas a países donde corren riesgo de ser torturadas, la mejora de la investigación de la tortura y las condiciones de detención y salvaguardias durante el arresto y custodia policial, y prohibir la detención en régimen de incomunicación y de aislamiento prolongado, entre otros avances.

Sin embargo, persisten desafíos que amenazan el derecho a estar libre de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes consagrado en el artículo 5 de la Declaración. Muchos Estados no penalizan la tortura como un delito específico en sus leyes nacionales, y gobiernos de todo el mundo continúan incumpliendo el derecho internacional al seguir usando la tortura. En su último informe global sobre la tortura, Amnistía Internacional document casos de tortura en 141 países, tres cuartas partes del mundo.

Otros desafíos incluyen un aumento del autoritarismo y el populismo en todo el mundo, que ha debilidado valores y principios universalmente aceptados y consensuados; poderes excepcionales adoptados para hacer frente al Covid-19; la criminalización de la migración; el hacinamiento carcelario; el incumplimiento de los Estados de sus obligaciones de proteger a los civiles en los conflictos armados; impunidad generalizada por la tortura; y la falta de protección efectiva para grupos tradicionalmente discriminados o marginados.

En medio de estas amenazas generalizadas, las organizaciones de la sociedad civil siguen siendo un pilar fundamental para defender los principios fundacionales de la Declaración adoptada hace 75 años. El Consorcio Unidos Contra la Tortura está decidido a aúnar nuestras fortalezas para garantizar que en los próximos 75 años se produzcan mayores avances en la realización de los derechos humanos a nivel mundial, especialmente el derecho a no ser sometido a tortura.

Al marcar un hito en la protección universal de los derechos humanos, llamamos a todos los Estados a unirse a nuestros esfuerzos para erradicar la tortura de una vez por todas, cumpliendo plenamente con sus obligaciones internacionales de prevenir y proteger contra la tortura. También hacemos un llamado a los órganos y mecanismos regionales de derechos humanos y de la ONU a tomar las medidas necesarias para responder a los desafíos actuales en la erradicación de la tortura, ya que son un recurso crucial para obtener reparación para muchas víctimas de la tortura. Invitamos a estos órganos y mecanismos a fortalecer sus procedimientos para ofrecer una respuesta rápida y eficaz a las víctimas, incluyendo aumentando la colaboración.

Nos comprometemos a trabajar junto con los Estados y estos organismos regionales e internacionales para garantizar el cumplimiento de la prohibición absoluta de la tortura consagrada en la Declaración.

Lea nuestro compromiso de luchar contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes al conmemorar los 75 años de la DUDH.

Para obtener más información, póngase en contacto con Claire-Marie Germain en cmg@omct.org.

Acerca del Consorcio: El Consorcio Unidos contra la Tortura aúna las fortalezas y la experiencia de seis organizaciones líderes contra la tortura (IRCT, OMCT, FIACAT, APT, Omega Research Foundation y REDRESS), en asociación con más de 200 organizaciones de la sociedad civil en más de 100 países, con el objetivo de fortalecer y ampliar el movimiento contra la tortura. El proyecto está financiado por la Unión Europea.

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