Bolivia: Tortura e impunidad

En febrero del 2019, el Estado Plurinacional de Bolivia presentó, ante el Comité contra la Tortura, su Tercer Informe Periódico, dando a conocer las medidas asumidas entre el periodo 2014 al 2018 en cumplimiento a las disposiciones de la Convención y a las recomendaciones emitidas por el Comité contra la Tortura al Segundo Informe Periódico de 14 de junio de 2013.

El presente Informe Alternativo ha sido preparado por una coalición de organizaciones de la sociedad civil de Bolivia en el que se presenta la situación de los derechos humanos en relación a las obligaciones que nacen de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT). Su elaboración partió de la evaluación al cumplimiento de las recomendaciones recibidas por Bolivia de parte del Comité en el anterior examen.

Breve resumen del informe

Durante el periodo de implementación de las recomendaciones del Comité no se ha producido la adecuación del delito de tortura de acuerdo con instrumentos internacionales y se observa que ésta aún es utilizada como método de investigación, amedrentamiento y sanción en centros de detención y dentro de cuarteles militares. También se han reportado casos de tortura y otros malos tratos en el contexto de protestas, particularmente las que tuvieron lugar en octubre y noviembre de 2019.

Se hace un uso frecuente de la detención preventiva misma que es considerada como una forma de tortura; el hacinamiento y falta de condiciones mínimas en penitenciarías configuran tratos crueles e inhumanos. Se han conocido denuncias por casos de violencia sexual cometidas por policías en carceletas donde se encontraban mujeres detenidas preventivamente. Asimismo, sigue penalizado el aborto, a pesar de las recomendaciones de los Comités de las Naciones Unidas que han establecido que el obligar a concebir en ciertas circunstancias es una forma de tortura.

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