Uruguay
03.05.22
Informes

Uruguay: niños detenidos son sometidos a tortura y malos tratos

Niños y niñas en Uruguay son víctimas de tortura y otros malos tratos cuando son detenidos. Estos actos suceden sobre todo en el contexto del sistema de justicia juvenil y en centros de protección, en la cárcel con sus madres o en centros de salud mental. Los cambios regresivos en la legislación hacia un sistema más punitivo han debilitado los derechos de los niños acusados de delitos penales y han llevado a su creciente detención. El Servicio Paz y Justicia Uruguay (SERPAJ), el Comité de los Derechos del Niño de Uruguay y la OMCT han formulado recomendaciones específicas para mejorar el cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura por parte de Uruguay antes de que el Comité de la ONU contra la Tortura examine al país en mayo de 2022.

Desde el último examen de Uruguay por parte del Comité contra la Tortura, los cambios regresivos en la legislación han provocado un incremento en la detención de niños. En la detención, han aumentado las palizas, el aislamiento y las amenazas contra los niños y adolescentes privados de libertad, en particular durante la pandemia de Covid-19. La duración de la detención puede ser de hasta 21-23 horas al día, mientras que las medidas socioeducativas son cada vez más limitadas. A pesar de haber sido condenados por tratos crueles, inhumanos y degradantes o estar siendo investigados, algunos agentes siguen trabajando en los centros de detención para niños. La nueva Ley de Urgente Consideración, adoptada en 2020, integra fuertes disposiciones regresivas que afectan directamente a los niños acusados de cometer una infracción penal. Estas disposiciones incluyen: el aumento de las penas mínimas y máximas, que se duplican de 5 a 10 años de privación de libertad; la restricción del uso de la semilibertad; el mantenimiento de los antecedentes penales para los adolescentes, entre otras.

Los niños detenidos en contextos distintos al del sistema judicial también son objeto de tratos crueles, inhumanos o degradantes. Los centros de atención mental intensivos se caracterizan por someter a los niños al confinamiento, al aislamiento, al control y al castigo. También pueden prolongar las hospitalizaciones más allá de las fechas de alta y hacer que, a veces, los niños permanezcan hospitalizados durante varios años. En los centros de protección de corta duración, los niños están expuestos a malos tratos y abusos, a la falta de cuidados terapéuticos y a un internamiento prolongado en centros concebidos para una atención temporal. Además, deben vivir en infraestructuras inadecuadas en las que falta personal.

Lea el informe de la sociedad civil aquí.