Vietnam
10.10.22

“La policía ha rodeado mi casa”: una familia vietnamita se enfrenta a años de cárcel por defender el derecho a la tierra

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En el caluroso amanecer del 24 de junio de 2020 en Duong Noi, a las afueras de Hanói, Trinh Ba Phuong estaba en casa con su esposa, su hijo pequeño y su bebé recién nacido, pero no estaba dormido. Este activista por el derecho a la tierra y acuicultor de cangrejos estaba retransmitiendo en directo a través de las redes sociales: “23 policías con uniforme y de paisano han rodeado mi casa”, decía. “Creo que me van a detener hoy”.

Acto seguido se oía un fuerte golpe metálico al romperse la cerradura de la puerta de la casa y sacaban a Phuong a la fuerza.

Simultáneamente, su madre, Can Thi Theu, y su hermano pequeño, Trinh Ba Tu, también defensores de derechos humanos, eran detenidos a 70 km de Hanói. Durante la detención, golpean gravemente a Tu.

Los hermanos preveían que los detendrían (o que les harían algo peor) y habían dejado grabados vídeos pidiendo a sus aliados que mostrasen públicamente sus cuerpos si los mataban para que quedase al descubierto lo que les habían hecho. Sobrevivieron, pero dos años más tarde siguen encarcelados estos tres miembros de la familia vietnamita de defensores del derecho a la tierra más famosa; los condenaron por cuestionar la versión de las autoridades sobre lo que había sucedido durante un conflicto violento en la comunidad de Dong Tam.

El conflicto de Dong Tam

Los habitantes de Dong Tam se oponían a que el gobierno se apropiase de 50 hectáreas de su territorio. A primera hora de la mañana del 9 de enero de 2020, unos 3.000 miembros de las fuerzas de seguridad estatales entraron en el pueblo para garantizar que la expropiación se desarrollase sin problemas. El enfrentamiento que hubo se saldó con cuatro muertos: uno de los ancianos de la comunidad que lideró la resistencia ante la expropiación de tierras y tres agentes de policía.

Las autoridades culparon de la violencia a los miembros de la comunidad que participaron en la protesta. Can Thi Theu y sus dos hijos no se encontraban en Dong Tam ese día, pero al oír los testimonios de los testigos elaboraron junto con otras personas un informe que afirmaba que la policía había atacado primero.

Se condenó a los tres activistas por el derecho a la tierra en línea con el artículo 117 del código penal de Vietnam, que prohíbe “inventar, almacenar, difundir o hacer propaganda con información [...] con el objetivo de oponerse al Estado”. Esta ley se ha utilizado en numerosas ocasiones en Vietnam para acallar las voces discrepantes y encarcelar a manifestantes.

En mayo de 2021, Theu y su hijo pequeño fueron condenados a ocho años de cárcel, pero ella ya conocía la vida entre rejas: ya la habían encarcelado en varias ocasiones por su activismo por la tierra.

Esta no era la vida que había soñado. Su marido y ella eran felices trabajando incansablemente como productores de arroz y piscicultores en Duong Noi, pero les expropiaron su tierra a cambio de una compensación irrisoria. En el Vietnam comunista toda la tierra es propiedad del Estado, por lo que el gobierno, técnicamente, puede hacer uso de lo que quiera. Sin embargo, las familias como la de Theu a menudo llevan generaciones cultivando la misma tierra. Además, en su caso, no solo le expropiaron las tierras: la venta obligatoria incluía las tumbas de sus antepasados.

Activismo pacífico

Theu, comprometida con el principio de la protesta no violenta, comenzó a escribir a las autoridades para solicitar la devolución de la tierra, o al menos un precio justo por ella. Descubrió otras disputas por la tierra, las grabó y difundió y comenzó a ser víctima de hostigamiento por parte de las autoridades vietnamitas. Fue por primera vez a la cárcel junto con su marido en 2014.

No obstante, esta vez su hija, Trinh Thi Thao, está mucho más preocupada: no le han permitido visitarla hasta hace poco, cuando llevaba ya casi dos años encarcelada. Theu tiene casi 60 años y aguanta menos. Al mismo tiempo, han trasladado a sus dos hijos, Trinh Ba Tu y Trinh Ba Phuong, a cárceles lejanas.

Preocupación por los dos hermanos

La familia de Trinh Ba Tu teme por la integridad del joven defensor de derechos humanos. Tu no ha llamado a casa desde que contó a su padre que algunos funcionarios de prisiones le golpearon y le pusieron grilletes en los pies durante los diez días que estuvo en una celda disciplinaria en septiembre de 2022. Ha iniciado una huelga de hambre, pero las autoridades se niegan a informar a la familia sobre su estado de salud.

Por su parte, Trinh Ba Phuong ha sufrido tortura y malos tratos durante todo el proceso de investigación de su caso. Ha sufrido maltrato físico y, en marzo de 2021, estuvo privado de libertad en un espacio minúsculo de un pabellón psiquiátrico, donde perdió 10 kg.

En diciembre de 2021 Trinh Ba Phuong fue condenado a diez años de cárcel. Se impidió físicamente que su padre y su esposa, Do Thi Thu, asistiesen al juicio, y tampoco recibieron ninguna información oficial del traslado de Phuong a una prisión a 1000 km de su casa a finales de septiembre de 2022. Do Thi Thu le cuenta a su hijo mayor que su padre está fuera trabajando. A ella, solo le han permitido visitar a su marido tres veces desde su detención, lo cual le causa mucha ansiedad.

Recibí un mensaje que decía que Phuong quería verme. Pienso constantemente que le ha pasado algo horrible. Eso es lo que más me preocupa: que lo torturen y yo ni me entere”.

En un vídeo grabado justo antes de su detención, Phuong mira directamente a la cámara, calmado. “Si me detienen ahora, no me arrepiento de nada”, dice.

En el vídeo, Phuong habla de cómo el compromiso de sus padres con la no violencia influyó en su propio activismo por la tierra.

Independientemente de lo que me hicieran, yo no respondía. Cuando aceptamos luchar de esta manera, debemos aceptar todo el dolor que puede ocasionarnos. No es fácil prepararnos mentalmente para algo así, pero me da confianza saber que mis padres lo han superado”.

Phuong, antes de que lo condenasen en diciembre, dijo valientemente en el juicio: “Estoy luchando para que no se robe ninguna tierra en nuestro país, para que nadie tenga que salir del país para ganarse la vida como trabajador migrante”.

¡Únete a nuestro llamado por la liberación de Can Thi Theu y de sus hijos, Trinh Ba Phuong y Trinh Ba Tu.